Ángel Tallón no puede
acompañarnos esta tarde, como tenía previsto. Hace unos días tuvo que volver a
Costa de Marfil para suplir la labor de un sacerdote que se puso seriamente enfermo.
Ángel se trasladó muy joven a Costa de Marfil como cooperante español y durante
20 años ha ejercido su profesión de promotor de proyectos de la Unión Europea
en ese país. Uno de los últimos que sacó adelante fue un hospital en Yamasukro,
un pequeño hospital llamado Wallé, que, insuficiente para las necesidades de la
zona, ha reducido asombrosamente la cifra de la mortalidad infantil.
En
estos años vivió las dos guerras, conoció el hambre y la enfermedad y la
muerte. Se puede decir que los cuatro jinetes del Apocalipsis han cabalgado a
ratos por esas tierras. Fruto de esas experiencias escribió una novela
titulada: “Nadie sabe que los
peces lloran” en la que narra la actividad durante la guerra de un grupo de
niños soldados.
El
pasado mes de mayo fue ordenado sacerdote en Roma, por el Prelado del Opus Dei,
Mons. Javier Echevarría.
Posted in: Ángel Tallón,Costa de Marfil
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